"Hace muchos años, continente lejano , en un pequeño país, donde las montañas eran verdes, la gente trabajadora, existió un niño, travieso e inocente como todo niño, de alma libre y emprendedora que vivía en un pequeño pueblo que colindaba con los bosques en donde el y sus amigos jugaban al aire libre en sus tardes veraniegas.
Un día ese niño, se adentró mucho en el bosque, allí se cruzó con un cachorro de tigre, era amarillo como el sol, con rayas negras como la noche, al principio el niño tuvo miedo, pero al ver la inocencia en los ojos del animal, su cariño y su espíritu juguetón se encariño con el depredador llevándoselo a casa, cuando su padre lo vio llegar lo tomo del brazo diciéndole: hijo mio ese animal que haz traído a casa, no es de fiar, no es como el perro que juega o como el ave que canta, ese pequeño animal es un depredador, que se alimenta de carne de cualquier tipo incluso la humana, no es conveniente tenerlo en casa, el niño como todo niño con una respuesta en los labios le contesto: padre este no come carne solo le daré hierbas y frutas déjame quedármelo por favor, el padre no lo veía bien y se negó, pero el niño insistió, insistió e insistió tanto que al final el padre tolero lo que pasaba llevo a el pequeño tigre a una esquina de patio de la casa, la más alejada le coloco una cadena y allí lo dejo.
El tiempo fue pasando el niño tres veces le daba frutas al tigre, el padre receloso vigilaba, atento al momento en que tuviera que defender a su hijo del animal, así pasaron los meses, el tigre fue creciendo, se mostraba amigable, el niño lo alimentaba mientras su padre vigilaba.
A pesar de su dieta el tigre creció fuerte, al punto que una noche rompió la cadena, al día siguiente el niño se levantó temprano, más que de costumbre y se fue solo a alimentar al tigre, el padre despertó cuando escucho el rugido del animal, tomo su arma y corrió al patio donde encontró a su hijo herido, cuidando de no darle un a su hijo, le disparo varias veces al animal, logrando sacar a su niño del peligro inminente, el niño lleno de dolor y confusión sangrando por las heridas se dirigió al tigre y le pregunto: ¿Por qué me hiciste esto? Si yo te he cuidado con mucho amor.
el tigre herido de muerte contesto, porque no puedo evitarlo esa es mi naturaleza y no puede ser cambiada.
El padre de rodillas ante su hijo herido, llorando por sus errores le dijo: hijo prometo no volver a cometer el error de no cuidarte con mas celo, protegerte es mi deber aunque para eso no deba complacerte en algunos momentos, nunca debí dejar al animal en casa, hoy tu estas herido por mi culpa, el niño le paso la mano por la mejilla diciéndole, padre haz hecho lo que creíste mejor no es tu culpa, es mía por no entender la naturaleza, trataste de advertirme y no escuche, pero de ahora en adelante escuchare tus consejos, hoy aprendí con mucho dolor que no existen tigres vegetarianos."
Nosotros lo venezolanos somos como el niño de ese cuento, nos dimos muy tarde cuenta que el tigre no come vegetales, así es, aunque suene doloroso para muchos que por diversas razones depositaron sus sueños en convertir ese tigre en vegetariano, hoy tenemos que reconocer que el Socialismo del Siglo XXI al igual que sus antecesores el Comunismo Ruso, Chino, Cubano, el Nacional Socialismo Alemán, el Fascismo Italiano, son una bestia, que como sus antepasados disfrutan del sufrimiento humano, de la miseria humana, del desgaste social, de la explotación al trabajador, se alimenta de las riquezas del pueblo, mientras este sufre divido sin razón, esa bestia ha roto su cadena y nos ha mordido, hiriendonos profunda y duramente, pero a pesar de eso, lo herimos de muerte el 14 de abril cuando salimos masivamente a votar, claro como toda fiera herida se defiende hasta el último minuto con todas su fuerzas.
Así es, lo que vemos hoy en día, lo que estamos viviendo,el dia a dia de cada uno de los venezolanos: el sufrimiento de madres, hermanos, padres, hijos, al no encontrar esperanza en la justicia, al no ver salida a los problemas, saber que vivimos sumergidos en un mundo donde la inseguridad reina: aquí mueres por no tener dinero, por tenerlo o porque tu agresor piensa distinto, este es un país rico lleno de desempleados y de trabajadores informales que no tendrán un pensión cuando envejezcan porque su trabajo no se lo permite y el estado no ha creado las condiciones para que se pueda, porque este sistema de gobierno no te garantiza la pensión, ni te da garantía de trabajo ya que para tenerlo tienes que tener un carnet que diga que estas afiliado al partido que gobierna desde Miraflores, tampoco te dan seguridad jurídica que permitiera que las inversiones nacionales o extranjeras vengan a producir , todas las empresas públicas están quebradas y las pocas privadas están sobreviviendo, no hay construcción de viviendas, ni de nuevas vías de comunicación, ni mantenimiento a las anteriores, tampoco hay buenos servicios públicos y lo peor es que el monopolio y el latifundio gubernamental aumentan en cada momento con la intención de cercenarnos nuestro derecho y poder controlarnos.
Ese es el país que tenemos gobernado por la fiera herida (PSUV), que te devalúa casi a la mitad la moneda y te dice que tienes patria, mientras se entrega de brazos abiertos a imperios extranjeros, la fiera que te dice que no tienes derecho a ganar lo que te mereces, sino solo lo que ella te quiere dar, la que persigue tildando de delito el ejercicio de los derechos constitucionales, ese es el tigre vegetariano que teníamos y de quien debemos librarnos.
¿Cómo nos vamos a librar? Trabajando juntos, preparando juntos ese país que soñamos, recordando a cada momento que no es normal que mueran miles de venezolanos al año, que no es normal que existan un cuarto de la población económicamente activa sin trabajo, que no es normal que otros países decidan por el nuestro, la Venezuela que queremos es un país próspero, lleno de empleo, donde las empresas produzcan todo lo que consumimos y no tengamos que importar nada, donde todos tengamos empleos que nos garanticen una vejez tranquila, que podamos comprar lo que queramos y tengamos miedo a que nos roben o maten en harás de quitárnoslo, que los ahorros valgan y no se los consuma la inflación, que las medidas económicas que se tomen y las leyes que se promulguen sean para el provecho de la nación y no de naciones extranjeras, esa nación hecha de la mano con el pueblo y no esclavizado al pueblo, ese país que todos soñamos la Venezuela Libre y de los Venezolanos.
Quiero invitar a toda la nación a que nos unamos en un solo equipo, respetando nuestras diferencias, potencializando nuestras semejanzas para construir esa patria juntos, que le garantice a nuestros nietos un país próspero, libre y soberano. No nos quedemos mirando vamos a la acción la patria nos necesita.
Danny Ramírez
Secretario de Asuntos Municipales y Acción Comunal de AD en Mérida
Email: ramdanny@gmail.com
Twitter: @dannnydeward
PIN: 263D0FBC
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