LA LUCHA DE CLASES EN VENEZUELA:
UNA FICCIÓN CREADA POR EL RÉGIMEN
La teoría de la
lucha de clases la cual data de tiempos de Nicolás Maquiavelo se ha convertido en la base de las dictaduras
modernas ya que sus argumentos como: o
todo empresario es explotador porque si no trabajas no te paga, no tienes un carro por el vecino tiene dos,
entre otros, les brindan la excusa a pequeños grupos Oligarcas perpetuarse en el poder.
Esta teoría es la base principal del discurso del
régimen fascista que gobierna Venezuela,
ellos los que humildemente ganan entre 15 o 20 salarios mínimos en representación de un pueblo que ya no logra satisfacer sus necesidades básicas.
Con este
discurso los seguidores del régimen, se sienten con la necesidad de destruir a quienes ellos llaman oligarcas, que en
Venezuela son el empresario, el dueño de
tierras, el que piensa diferente, todo
con el fin de ocultar su riquezas justificándose en lograr la igualdad del pueblo y supuestamente una mejor sociedad, que
para sus concepción es todos igualmente pobre
y obedientes.
Es tradicional en el mundo que los seguidores de las teorías marxistas, se siente siempre
como mesías responsables de defender al incauto pueblo que `puede caer en
cualquier momento en manos de la oligarquía, por eso se eternizan en el poder, fomentan la división de clases sociales
creando con sus acciones política un pueblo pobre y dependiente al que
confrontan contra una oligarquía ficticia.
En Venezuela ese
discurso llevo al difunto al poder apoyado por los medios de comunicación y la
oligarquía clásica que perdió sus privilegios después de octubre de 1945, luego
de 16 años el régimen sigue alimentando este discurso que nunca muere, el
pueblo es cada vez más pobre y en su búsqueda implacable de un culpable siempre
aparece la fantasmagórica oligarquía con acciones tan incoherentes como la
guerra económica.
Los venezolanos
a pesar de vivir en los mismos sitios, en las mismas urbanizaciones, de asistir
a las mismas escuelas, comprar en las mismas tiendas y sufrir las mismas
consecuencias de las malas políticas planteadas sin distinción de origen o riqueza económica, hemos
vivido la división que lleva a vecinos a gritarle a sus vecinos oligarcas,
burgueses y recibir como respuesta los calificativos de ignorantes, atrasados o
comunistas.
En las décadas
que duro la democracia se creó una
sociedad policlasista o mejor dicho una alianza de clases, donde no existía diferencias
donde el hijo del barrendero, de zapatero asistían a las mismas escuelas que
los hijos de empresarios, tenían las mismas oportunidades de ir a la
universidad y de progresar económicamente construyendo con el tiempo una gran clase media que crecía
constantemente, en esta época de prosperidad existía el sueño Venezolano, que consistía en estudiar prepararse y
prosperar basado en un sociedad de profesionales , técnicos, especialistas,
productores agropecuarios o emprendedores que tenían orígenes tan diversos como nuestra
cultura.
A partir de 1998
destruir la clase media y la sociedad policlasista se convirtió en el objetivo del
régimen, fabricando con el control
hegemónico que tiene de los medios de
comunicación una lucha ficticia de clases que ubico a todo aquel que quería
prosperar en un enemigo apátrida, oligarca, pitiyanqui amante del imperio
porque lo bueno era estar con la revolución.
Ahora nos
preguntamos ¿Cómo nos enfrentamos a esta guerra?, desmontar la línea
comunicacional del régimen que domina más de 10 televisoras y un millar de
estaciones de radio y páginas web no es fácil.
En primer
lugar debemos tomar en cuenta que la
lucha de clases es para el régimen absolutamente necesaria, la han ido
sembrando en el subconsciente del
venezolano, para desmontar esta concepción
el camino inevitable es la confrontación de la realidad.
El retorno a la
creación de una sociedad policlasista, donde todos tengamos las mismas oportunidades
y el gobierno responda por sus acciones, cumpla con su trabajo y pueda ser
cambiado de forma periódica, donde el plan económico y de desarrollo nacional sea inalterable
construyendo una nación con visión de prosperidad.
Para iniciar
este rescate y silenciar de una vez por todas el discurso necesario y nefasto
del régimen y sustituirlo por un clamor nacional como lo es
la libertad de pensamiento, crecimiento social y económico, seguridad social,
buen servicio de salud, excelente
sistema educativo, empleo, respeto por los derechos humanos, en fin una Venezuela Libre y de los Venezolanos como todos las soñamos debemos en primer
lugar rescatar para los factores democráticos la Asamblea Nacional que es el
único poder que realmente puede generar un cambio institucional en el país,
consolidando el aparato jurídico, brindándole institucionalizad y autonomía al
resto de poderes públicos, revisando los
tratados internacionales para anular los que van en contra de los intereses
nacionales y efectuando contraloría a los gastos desmedidos del régimen.
Con una asamblea
nacional organizada y dirigido por verdaderos legisladores demócratas retomaremos el marco jurídico nacional,
revisando las leyes que son inconstitucionales, dándole autonomía a los poderes
públicos, haciendo la contraloría necesaria y generando las leyes que el país necesite
para encaminarse al progreso asa como ordenando el presupuesto del estado para
que los recursos de la nacion lleguen a donde tienen que llegar.
Danny Deward Ramirez Molina
Twitter: @dannnydeward
Instagram:
@dannydewardramirez
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