En la última semana hemos visto como el ente rector del proceso electoral, se porto diligentemente ante la
denuncias sobre la campaña de Capriles. Cosas como que si la cuña fue de
tres minutos y treinta segundo y no de tres minutos. Que si la gorra es
tricolor. Que si las asociaciones civiles no pueden opinar políticamente. Todo esto, entre
muchas otras que han sido procesadas por
los distintos medios de comunicación. Y llama la atención que las
denuncias hechas contra el abuso de medios del otro candidato, que sus
vallas, pancartas y algunos afiches no llevan el respectivo Rif del autorizado para contratar, violando los
propios reglamentos y acuerdos firmados en el Consejo Nacional Electoral. O el
descaro del MINCI a través de sus publicidades promocionales etc. Esto no ha sido tomado en cuenta con la misma diligencia.
Los
venezolanos estamos al margen de un
órgano que por más que intente vender su imparcialidad, lleva en el
bolsillo el carnet del partido del gobierno y obedece de inmediato
cuando les dan ordenes. Claro, eso forma parte de la estrategia
mediática que han diseñado para
generar abstención del sector opositor del país. Estrategia ésta que no
está
funcionando ya que el sentimiento generalizado para salir a votar
superará otros procesos electorales. De allí viene la nueva estrategia que el régimen se ve obligado a aplicar
pues como los números no están dándole, tienen que ver cómo lograr revertir
la exitosa campaña que el candidato de la Mesa de la Unidad Democrática está
haciendo. Por eso envían al CNE como primer peón de batalla para tratar de
distraer.
En el “Arte de la Guerra”, su autor brinda
un consejo: “lleva al adversario a tu terreno porque él lo desconoce”. Con esa
estrategia, recomienda pelear toda batalla en nuestro propio campo ya que
sabemos movernos en él y nuestro adversario
no. En este momento esa es la jugada del régimen pues como no tiene nada que ofrecer
después de catorce años de promesas incumplidas, buscan llevar a Capriles y a todos sus seguidores a lo que mejor saben
hacer: las discusiones estériles y sin sentido. De allí vienen las sanciones del
CNE, los señalamientos y toda esa
parafernalia que se ha armado buscando que
el Comando Venezuela y Capriles se concentren en pelear por eso y dejen de decirle al pueblo la verdad
que no se puede ocultar como es que no hay viviendas, que los hospitales están
en crisis, que las carreteras se están cayendo, que los salarios no alcanzan,
que la inseguridad gobierna el país, que millones de venezolanos no tienen
dónde dormir, ni qué comer, que el desempleo puede considerarse galopante, que
el parque industrial está destruido y no existen incentivos para los nuevos
emprendedores.
Esa es la verdad del país. La otra cara de esa moneda, que
Capriles también ha desnudado, es que estamos hipotecados a 20 años a los
chinos. Que le regalamos el petróleo a Cuba. Que destruimos el parque
industrial para que los del MERCOSUR vengan a vender. Que construimos
hospitales, carreteras, sistemas hidroeléctricos, universidades, refinerías,
plantas de gas, etc. en Nicaragua, Bolivia,
Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay, Cuba,
Boston (E.E.U.U.). Incluso, en Inglaterra mientras que
aquí la vemos negra. Esta verdad
ha destruido al régimen, lo ha tambaleado, ha hecho que el pueblo
despierte y
quiera un cambio de gobierno donde el venezolano sea primero, segundo y
tercero. Y si sobra algo, también será para Venezuela. Que nuestras
FF.AA. no se paren firme ante militares de otros países.
Que la inversión llegue, que se levanten
industrias, se genere empleo y se den garantías jurídicas, donde se construyan
viviendas con propiedades para el dueño, donde se encuentre la comida en los
anaqueles y renazca la frase “compre
venezolano”, donde nuestros
campos produzcan lo que comamos. Que los servicios públicos funcionen(electricidad,
salud, seguridad), done no vivamos aterrorizados porque mañana nos pueden matar
a nosotros o a un familiar. Donde haya justicia y donde se invierta en
progreso.
Esa es la Venezuela que la
Mesa de la Unidad le ofrece al país, la Venezuela que Capriles se compromete
junto con cada uno de nosotros a conquistar nuevamente. Ese es el país que
cada venezolano sueña cada día, donde no amenacen ni nos
exploten, ni nos chantajeen. Donde
el trabajo no dependa de cómo piensas y las familias no se dividan por
ideas políticas. Donde los países extranjeros no nos investiguen para
saber si estamos o no con
el régimen. En resumen: una Venezuela Libre y de los Venezolanos.
Por esto compañeros y amigos, debemos
dejar de lado todas las provocaciones del régimen y seguir adelante
convenciendo a los indecisos, enseñando a votar a los convencidos. Mostrándole la
verdad a cada venezolano e invitándolo a votar por una nueva Venezuela. Que cada uno de nosotros, cada día, le invierta a la campaña un tiempo
para convencer a alguno; para visitar a alguno, para difundir el plan de campaña,
repartir un volante. Ese es el trabajo de todos. Somos 18 millones de votantes, tal vez un poquito más si
todos los que
participamos en las primarias nos dedicamos de lleno a esto. El 7-O
pisaremos los 10 u 11 millones de votos y venceremos al régimen
contundentemente.
Capriles
está haciendo lo suyo recorriendo Venezuela. Hagamos cada uno de
nosotros lo nuestro: convencer a quienes tenemos cerca y así ganaremos
el 7-O, conquistaremos las gobernaciones el 16 de diciembre y los
consejos
legislativos. Y en abril, llegaremos a las alcaldías, todos de la mano
de la
Unidad. Si hacemos este trabajo nada
evitara que la democracia regrese al país.
Danny
Ramírez
Secretario
Seccional de Asuntos Municipales y Acción Comunal de AD en Mérida
Twitter: @dannnydeward
E mail: ramdanny@gmail.com
PIN: 21B52317
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